Los 80, maravillosos, entrañables y siempre sorprendetes 80. Nunca sabe uno lo que se va a encontrar. Como todo buen fanático de la década y de la serie ¨B¨ me llena de regocijo navegar por sus procelosas aguas cinematográficas e ir recogiendo de cuando en cuando esos títulos que, por múltiples razones, se sabía que nunca iban a llegar a altas cotas de éxito; la ¨B¨ y el ¨grindhouse¨ no está a veces para eso, sino para hacer las delicias de los fans con historias incongruentes y efectos especiales de barraca de feria. El género de terror, y en concreto el de ¨zombies¨, tuvo en esa etapa su mayor apogeo dentro de los lindes de las producciones cutres y desenfadadas.
No sólo podemos rescatar la memorable ¨Posesión Infernal¨ y su secuela (las cuales están a otro nivel), sino también ¨The Midnight Hour¨, ¨El Regreso de los Muertos Vivientes¨, ¨Redneck Zombies¨, ¨La Muerte Viaja en Vídeo¨ o esta película, encumbrada por los más ¨freaks¨ del género. El director nacido en Bombay Krishna Shah, iniciado en el teatro, tuvo la suerte de cursar estudios en EE.UU. y labrarse una buena carrera en el medio televisivo y como guionista para el cine, pero su paso como director por sus lares no fue nada satisfactorio.

Se hizo conocido por el fracaso de ¨The River Niger¨ y su epopeya ¨Shalimar¨ en 1.978, desastre de enormes proporciones aunque le convirtiera en el primer realizador indio que cruzó los cánones de Bollywood y Hollywood; todos criticaban lo mismo: su peculiar y estomagante forma de dirigir y de contar historias. Esto sería lo que le llevara a refugiarse en el circuito de las infraproducciones y la cutrez, porque se despachó a gusto con ¨ ¨Hard rock¨ Zombies¨, en origen un falso tráiler para incluir en ¨American Drive-in¨, otro film escrito por el mismo Shah.
Quizás adelantada a su tiempo, quizás incomprendida; podríamos disculparla de este modo, pero no. Esta castaña rodada con cuatro perras que sigue las aventuras de una patética banda de ¨pop rock¨ (quien se atreva a decir que los mendrugos esos tocan ¨hard rock¨ merece ser decapitado con una Flying V) hasta un extrañísimo pueblo de los muy profundos EE.UU. se cuadra como el epítome de la comedia de terror de los 80 por su imparable delirio que cruza su interminable hora y media. Los primeros minutos parecen rodados por un Fred Olen Ray alucinado por ácido, pero eso sólo es el principio...

Secuencias rodadas como videoclips intercaladas con momentos bizarros y surrealistas desde que el grupo sin nombre pone los pies en la mansión de la explosiva Elsa para hospedarse y ensayar allí, ignorando el aviso de una jovencita virginal de la que se prenda el musculoso líder, Jessie. Este entorno irradia suciedad, repulsión, extrañeza en sí misma; Shah se divierte cruzando ¨La Matanza de Texas¨, ¨2.000 Maníacos¨ y ¨Creepshow¨ junto otras referencias (¨Psicosis¨, ¨Posesión Infernal¨, ¨Dawn of the Dead¨, ¨The Dungeon Master¨, las novelas de King...) y el resultado es psicotrópico.
Lo único interesante tras diálogos de pena, actuaciones deplorables y un ritmo que cansa más cuanto más se alargan los minutos, además de la aceptable banda sonora del músico indio Paul Sabu y el que la propia película no se tome nunca en serio, es esa visión exagerada y paródica de la América conservadora que se establece en el pueblo (convenientemente llamado Grand Guignol), esa América cristiana, culta y temerosa de la repugnante Tipper Gore y sus condenatorios acólitos de la P.M.R.C.. Shah y su guionista Ball dinamitan correciones políticas y lógica narrativa incluyendo en la salsa la aparición de nada menos que un exiliado Hitler esperando el momento para salir de la oscuridad y vengarse del Mundo.

A partir de aquí y el funesto destino de los músicos (no es que el ¨rock¨ pierda gran cosa...), el film entra en una espiral de locura donde al director, al guionista o al maldito script les importa ya nada en absoluto; todo se resume en un ¨¿y esto por qué pasa?¨. ¿Por qué hay una subnormal que lleva en brazos la cabeza de su decapitado novio?, ¿por qué cogen los tontos del pueblo un montón de cartones con las caras de artistas clásicos para alejar a los demonios?, ¿por qué hay un rabino-profeta de por medio?, ¿por qué el enano de cara horrenda se come a sí mismo?...¿y por qué cojones está la rubia todo el tiempo bailando como si con ella no fuera la cosa?
Y nadie nos contesta. Lo peor es que no por tanto disparate que se meta la película ha de ser más divertida; error: como ya he dicho, cuanto más se alarga más plomiza y aburrida se vuelve. Aparte de los graciosos Ted Wells, Jack Bliesener o la actractiva Lisa Toothman, no hay un actor a destacar sobre ningún otro porque todos brindan interpretaciones absurdas, aun siendo ese su sano cometido. Porque ¨ ¨Hard rock¨ Zombies¨ no se permite tomarse en serio, ni siquiera debe tener ese derecho; la película es consciente de su estupidez y eso se agradece de algún modo.

Se adelantó en ciertos detalles a títulos como la antes nombrada ¨Redneck Zombies¨, ¨Terroríficamente Muertos¨, ¨Rock n Roll Nightmare¨ (de igual premisa pero peor) o ¨Shaun of the Dead¨, a la que siempre defendí como la mejor comedia ¨zombie¨; puede que lo sea, pero esta que nos ocupa merece situarse también como la parodia definitiva de todo el género (por lo menos de los 80), el ¨Aterriza como Puedas¨ de las películas de muertos vivientes.
Nos enseña, además, otra cosa: ¡que los ¨rockeros¨ nunca mueren!

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Abominable film perteneciente al subgénero de zombies y rock&roll dirigida por un tal Krishna Shah, a mediados de los 80s.

Una banda de glam rock llega al remoto pueblo de Grand Guignol para ofrecer un concierto. Sin embargo, no contarán con la oposición de un grupo de puritanos que buscan echarlos por “diabólicos”, pero más aún con la presencia de pandilleros, hombres lobos, enanos y el mismísimo Hitler, que lídera una horda de zombies hambrientos de sangre fresca.

A pesar de que algunos dementes ya habían experimentado mezclando zombies y hard rock desde inicios de los 80s, como Don Edmonds en “Gira Sangrienta” (1980) y Beverly Sebastian en “Concierto de Sangre” (1984), sería a mediados de la década, con la comedia de zombies “El regreso de los muertos vivientes” (1985) de Dan O’Bannon, que el subgénero se viera impulsado, en algunos casos con productos bastante dignos como “Muerte a 33 r.p.m” (1986) de Charles Martin Smith y “The Gate” (1987) de Stephen Dorff. Sin embargo, en los diversos intentos de varios directores, encontraremos verdaderos coñazos como “Hard Rock Zombies” (1985) de Krishna Shah.

La trama, firmada por el lunático director de este engendro y su cómplice, otro tal llamado David Allen Ball, presenta a una banda de hard rock, cuyo nombre nunca sabremos y que acude al llamado de un grupo de “fanáticos” de un extraño pueblito en los interiores, conocido como Grand Guigno, que los quiere ver en escena. Absurdamente, en el pueblo serán arrestados por el sheriff y descubrirán que nadie gusta de ese tipo de música, siendo ello evidente cuando el concejo municipal vote por unanimidad que se vayan del pueblo por ser considerados “satánicos”. Luego de ser liberados, terminarán confusamente tocando en una antigua y extraña casona, en la que tendrán por público enanos zombies, hombres lobos y a la mismísima primera pareja aria, Adolfo Hitler y Eva Braun. Todo este ambiente surrealista no provocará la más mínima duda o extrañeza en el grupo, cuyos miembros serán asesinados uno a uno, para ser resucitados por una bella muchacha, de la cual se enamora el vocalista, para vengarse de sus verdugos.

Bien vale la pena detenerse un tanto en los “personajes” protagónicos de este insufrible producto de cine z, que para iniciar hay que decir que no tienen ningún carisma. Comencemos con Jessie, “líder” del grupo, un tipo que además de tener una voz que destruye los tímpanos, tiene marcadas tendencias pedófilas, ya que flirtea con una chica que no supera los 14 años, siendo probablemente lo “más interesante” de todo, que lo matan y vuelven a matar varias veces durante el metraje. El resto de sus compañeros, Booby, Chuck y Gino, no es mejor, siendo una tropa de idiotas que los matan de las formas más ridículas y absurdas, y resucitados para concretar su propia venganza. Cassie, por su parte, es la “heroína” que resucita a los integrantes del grupo y se convierte en interés amoroso del desafinado y maduro Jessie, que a decir verdad interviene muy poco y siempre para advertir a la sarta de imbéciles que están en peligro o que van a cometer alguna idiotez.

Del lado antagónico, basta con señalar la idea de que Hitler y su esposa en realidad no han muerto y se han retirado a una casona destartalada en un pueblito polvoriento, en donde “comandan” a un grupo de enanos zombies y hombres lobos, que sus hijos y nietos, que gustan de saciar sus instintos caníbales utilizando a un rubia con pocas curvas, que seduce a los incautos y los lleva para que el demente del bigote recortado y su esposa mujer-loba, junto a sus secuaces, los hagan pedazos. Entre los secundarios, sólo vale la pena mencionar a la cabeza decapitada que da botes y el enano que asalta sexualmente a una vaca que pastea por esos lados.

Semejante trama, con personajes ridículos y absurdos, y cero lógica podría haber tenido cierta eficiencia si su seudodirector hubiese tenido la habilidad para impregnarle un buen ritmo y un sentido inteligente de lo que es la comedia negra, pero finalmente “Hard Rock Zombies” (1985) terminará por fracasar estrepitosamente por la carencia de estos elementales, entre los básicos, principios cinematográficos. Claramente, esta bazofia no cumple con lo básico para ser una comedia, ya que no tiene ninguna, pero lo que es ninguna escena que genere siquiera una sonrisa forzada, aunque fuese por un humor involuntario salido de control.

Los menos críticos podrán encontrar cierta gracia involuntaria entre sus gags aburridos y predecibles, su irritante incoherencia e impresentable factura, como la escena en la que los integrantes del grupo bailan por la calle, como una rídicula coreografía al estilo “Grease” (1978) por las calles de Gran Guignol, la escena de sexo entre los abuelos Hitler y Eva Braun, el enano zombie que devora a sí mismo con mostaza, la resurrección de la banda gracias al cassette que Jessie le había dado a Cassie, y cómo no, el impresentable andar de los zombies, que parecen desplazarse entre un ataque de epilepsia y una jornada de caminata de calle, y las muertes a manos de los zombies, en donde no hay sangre por increíble y absurdo que parezca. El clímax, en que los rockeros zombies aceptan rescatar a Cassie que fue ofrecida a los zombies del pueblo como sacrificio para acabar con la amenaza, es sencillamente irritantemente estúpido.

Las actuaciones son deleznables porque los actores son absolutamente amateurs, comenzando por E.J. Curse que encarna a Jessie, Jennifer Coe como Cassie, Jack Bliesener (“Crime Killer”, 1981) como Hitler, siendo el más experimentado el infaltable Phil Fondacaro (“Star Wars VI: The return of Jedi, 1983; “Willow”, 1988) como el líder de los enanos zombies, Mickey, quien ni con su habitual carisma logra levantar siquiera el nivel actoral de este despropósito.

Quizás lo único rescatable, y hasta cierto punto claro, es la banda sonora, que incluye algunas buenas canciones de AOR/Hard Rock del guitarrista Paul Sabu, como la introductoria “Angel’s First Victim”, la pegajosa “Na na na” y la balada “Cassie’s song”, con mucha batería electrónica y un bajo armonioso, además de teclados muy simples.

En resumen, una idea irreverente y original que fracasa estrepitosamente, en que falla prácticamente todo, nulo ritmo, chistes sin sentido, una fotografía amateur y un montaje peor, actuaciones inexistentes, pero lo peor de todo, sin ninguna gracia.

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Sin duda, una película que necesita urgentemente un remake que pueda hacerla mejor, ya que tiene buen material, pero no es bien utilizado, diría que hasta haría sonrojar a Bill y Ted ¬¬
Una banda de rock que ni siquiera sabemos como se llama, en una de sus giras, cae en un extraño pueblo repleto gente antipática y anti-rockeros. Parando en una mansión que habrá servido de inspiración para “Hotel Transylvania” con una parodia de la familia Manson cuyos integrantes son: dos horrendos enanos, uno con notable máscara, que les gusta ver como su abuela lobo tiene relaciones sexuales con Adolf Hitler, una rubia que se cae de buena, haciendo auto-stop y asesinando a cualquiera que se atreva a llevarla, zombis que reviven al “Poder de la música”
Wau, hablando de clásicos, ésta peli habrá sido de esas que están al final del pasillo con unas cuantas telarañas xD
Siento pena por los que la sobrevaloran ya que no creo que exista en DVD.
Escenas y maquillajes, como el de la abuela, bastante, o mejor dicho, demasiado CUTRES, pero perdonables al ser de 1984 y un argumento que empalaga de delirios.
Tenemos parodias desde “La matanza de Texas” hasta “Terrorificamente muertos”, hubieran bailado también “Triller” junto a Michael Jackson como para completarla, sería una exquicita frutilla para el postre xD
No quiero ser muy duro, sarcástico e irónico con ésta critica, solo digo que se hubiera aprovechado mejor, tanto las escenas de muertes como los chistes.
No explican el origen de los personajes, como por qué la rubia asesina en la autopista, para qué querían los cadáveres? o por que tenían restos humanos metidos en frascos?
por que la abuela se convertía en una mujer lobo? o de donde provienen esos minúsculos monstruitos?, que relación tiene con la loca familia?
como hizo Hitler para sobrevivir y llegar hasta donde estaba? y un largo etcétera, te deja con ganas de saber más, resulta que ni siquiera el viejo barbon lo explica mejor!¬¬
Yo considero que aquí las cosas solo ocurren y ya, pero es que ni siquiera sé si se la puede considerar como parte del genero zombi.
Por qué mierda Jessy y su comparsa caminan como robots? todo te termina volviendo loco! ¬¬
En conclusión, es como un video musical transformado en película, con personajes interesantes pero sin historia. Carece de gore y hasta creo que de cordura xD.
Las actuaciones son malas pero logran salvar algo de valoración. Me molesta que cuando por fin te enganchas con una de las escenas, como la resurrección de los músicos o su viaje en la furgoneta, inmediatamente pasan a otra cosa, cortando la música y el mambo, jode un poco ¬¬
Yo me pregunto qué cojones pintaba la rubia que bailaba en medio del desierto? qué relación tiene con la trama? O con los personajes? Era parte de un video clip?
Bue, no importa, esta peli es extraña pero creo que eso la hace tan interesante y en algunos momentos, entretenida, pero que de igual manera se me hace difícil calificarla y recomendársela a alguien, por lo que veo a un par de comentarios les gustó y a la mayoría no, debe ser solo apta para músicos.
Y hablando de eso, las melodías que suenan aquí son buenísimas y cualquiera que se maquillara como el grupo de Kiss, sería denominado como un zombi xD.
El metraje final, me satisface que la banda por fin haga su concierto, sin importar todas las anormalidades por las que hayan pasado xD
Ahora resulta que todas esas figuras que llamaron la atención se convirtieron en muertos vivientes y depende de ellos salvar el espectáculo.
En fin, no sé si me gustó, valió la pena verla hasta el final, pero creo que no la volvería a ver, a lo mejor más adelante para estudiarla mejor, pero por ahora, quiero que mi cabeza descanse un poco xD

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Ni ambiente nostálgico ni divertida ni pollas en vinagre. A mí me da igual que sea una película de lo más casposa con un argumento ilógico, total, este tipo de películas admito que me divierten, pero también es cierto que entre tanta película de serie Z pocas llegan a ser memorables por así decirlo quedando el resto o bien en películas malas o bodriazos intragables... Pues Hard Rock zombies es eso último.

Y es que con el título, con semejante póster y su sinopsis esperaba una buena gamberrada, pero nada más lejos de la realidad.

Lo que ocurre aquí es, primero, intenta hacer gracia con sus estúpidas ocurrencias, pero dichas ocurrencias lejos de hacer gracia solo dan pena y empeora el resultado final. Lo de Hitler es que es para pegar un tiro al guionista joder....
Segundo, es aburridísima, sus 90 minutos parecen 5 horas y no estoy exagerando, el ritmo es pésimo, y es que cuando no se ven escenas como la citada anteriormente, de ocurrencias estúpidas, es como si no supieran como rellenar ese tiempo quedando aún más nefasta.
Y tercero, lejos de ser una gamberrada como prometía teniendo en cuenta que se ve un chorreo de criaturas a lo largo del film como una abuela que se transforma en lobo, una banda de rock zombies, etc... el gamberrismo es inexistente, de hecho la película es hasta ñoña.

Y luego la música está muy mal elegida, yo esperándome temas fuertes, vibrantes... al contrario nos llenan de hard rock comerciales, que no están del todo mal lo admito, pero está muy lejos de lo que me esperaba encontrar.

Una película de flojeras

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La verdad, lamento discrepar con la mayoría de los cibernautas.
Es un peliculón por donde se lo mire. Será porque soy de la generación de los ochenta y siento nostalgia y admiración por aquellos años.
Como dijo algún “colega” en su crítica, la banda sonora es un exitazo. Buenos temas: bien ochenteros!!. El vestuario es un poema. Musculosas, pantalones chupin, mucho cuero y los pelos largos.

Reconozco que las actuaciones y sobretodo el guión es una demencia. Seguramente el indú (el director -Krishna Shah- es nacido en la India) se haya fumado alguna sustancia en el rodaje de la cinta.
Pero en definitiva, como me hace recordar a mi niñez, apruebo esta película con las dos manos.
Aquellos amantes de los ochenta seguramente me van a dar la razón.
No estoy queriendo decir con esto que es una buena película.
Es querible, y para mí, aunque muchos se reirán, es de culto.

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¿Pero qué es esto? no me puedo creer todavia que haya conseguido terminarla y eso que sólo dura hora y veinte escasa, pero es que vaya tela comparada con esta ¨película¨ cualquiera de la Troma se merece un Oscar y eso ya es decir.

Mira a que a mí este tipo de cine ochentero me encanta y si encima le juntamos rock pues mejor que mejor, aunque claro siempre hay excepciones y este es uno de los mejores ejemplos: primero hay que tener en cuenta que carece de guión, todo lo que ocurre no tiene sentido se mire por donde se mire y lo peor es que ese batiburrillo de escenas absurdas y surrealistas quedan lejos de divertir, y para más inri más que una película parece un videoclip con chistes entremedias (¿que sentido sino tienen todos esos bailes sin venir a cuento de la rubia?).

Menos mal que la música al menos es buena porque sino es para matarlos, eso si lo que se dice rock rock a veces no hay mucho (lo mas rockero yo creo que son las pintas que llevan) porque sobre todo las canciones del principio son un poco flojas (por decirlo de manera suave, vamos que hasta Bisbal con un poco de tinte y unas cadenitas mete más caña) luego ya remontan que también es cierto.

Lástima que el resto no acompañe, los zombies son de lo peorcito que he visto, no saben si son una mezcla de robot con movimientos limitados o por el contrario son contorsionistas chinos, luego la abuela-lobo patética, un yorkshire da mucho más miedo donde va a parar y lo de Hitler no sabes si reir o llorar cuiando aparece.

Vamos que si te atreves a verla ánimo porque o eres un gran seguidor del cine casposo (pero del bueno) ochentero o puedes morir de aburrimiento en el intento.

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La verdad es que es una película muy mala... Le doy un 3 por la buena música y por la aparición de Hitler. La escena donde usan carteles con cabezas gigantes también es divertida, pero es una peli absolutamente prescindible.

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Correcta pelicula con enanos asesinos zombies y el puto hitler la peli es cutre pero la salva la musica

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Peli bastante cutre y a la vez muy curiosa.Salen todo tipo de monstruos.Mujeres lobo,enanos,zombis,hasta el mismisimo Hitler.Desde luego la peli es ridicula.A destacar el final, con la tia atada a un poste a punto de ser devorada por los zombis

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Es increíblemente mala pero, como tantas otras del género y la época, más que entrañable.....

Buena banda sonora, la rubia mala espectacular y bueno.... todavía no me creo ese momento en que el abuelo se quita la máscara y descubre que es Hitler... ¡Matad a todos los negros! ¡Y a los intelectuales también! ......... grande.......

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