Ficha El Monstruo de Tiempos Remotos

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Críticas de El Monstruo de Tiempos Remotos (13)




mahotsukai

  • 4 Nov 2019

7



Interesante clásico de ciencia ficción, pionero del género de monstruos prehistóricos.

Un grupo de científicos estadounidenses realizan pruebas nucleares en el Ártico, una de cuyas explosiones libera del letargo glaciar a un Rhedosaurio. Luego de atacar a algunas embarcaciones en las inmediaciones del Polo Norte, el dinosaurio se dirigirá hacia la Gran Manzana, en donde continuará sembrando el pánico y el caos por doquier.

Tras el exitoso reestreno del clásico “King Kong” (1933) de Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack, el legendario efectista especial Ray Harryhausen contactó a los productores Jack Dietz y Hal E. Chester para proponer una adaptación cinematográfica de “The Fog Horn” (1951), una reciente historia corta escrita por su amigo, el novelista Brad Bradbury, publicada en el The Saturday Evening Post y luego en su primera colección “The Golden Apples of the Sun” (1953). La trama trataba sobre un monstruo prehistórico que atacaba un faro en diversas ocasiones por una cuestión más bien ritualista, un molde narrativo claramente tomado del propio clásico del Gorila gigante, pero al cual los guionistas Fred Freiberger, Louis Morheim y Robert Smith sumarían el candente contexto de la amenaza atómica y la Guerra Fría (1947-1991).

Aunque no del todo crítico en este film seminal como veremos más adelante en otras producciones, la inclusión del tópico de amenaza atómica no resultará menor dentro del cine de terror y ciencia ficción de inicios de los 50s. Por aquel entonces, predominaba en ambos géneros, tras el declive del horror gótico de los 30s y 40s, el cine de alienígenas invasores con varias cintas emblemáticas y de diversa factura como “The Thing from the Another World” (1951) de Christian Nyby, “The Day the Earth Stood Still” (1951) de Robert Wise y “Unknown World” (1951) de Terry O. Morse, y la premisa de Bradbury abría nuevas opciones narrativas para explorar en el cine de género. Así, se terminaría por considerar a “The Beast from 20.000 Fathoms” (1953) como un film seminal en el reflote del subgénero de los monstruos prehistóricos y en la instauración del cine de monstruos radioactivos.

Dentro del primer grupo, inaugurado por “The Lost World” (1925) de Harry O. Hoyt, inspiraría y establecería los principios narrativos básicos de Godzilla, monstruo radioactivo por antonomasía que terminaría por convertirse en un ícono del cine japonés y del subgénero de monstruos atómicos hasta la fecha. Sin embargo, la amplia posibilidad de explorar un subgénero prácticamente inabordado en pasado por las limitaciones técnicas, llevaría a un verdadero vendaval de películas con otro tipo de monstruos no necesariamente prehistóricos, pero sí sometidos a la acción radioactiva de ensayos nucleares estadounidenses y soviéticos, principalmente, agrupadas en un segundo grupo. De este grupo destacarían “Them!” (1954) de Gordon Douglas, “It Came from Beneath the Sea” (1955) de Robert Gordon, “Tarantula” (1955) de Jack Arnold e incluso “20 Million Miles to Earth” (1957) de Nathan Juran.

Sin embargo, a pesar de incluir este elemento de la amenaza nuclear, que luego sería profundizado en películas posteriores, hay que decir que la temática atómica más bien responde a una cuestión de entretenimiento que de crítica social o derechamente una metáfora más compleja. “The Beast from 20.000 Fathoms” (1953), en cierta forma, como ya dije, seguía parte del patrón narrativo de “King Kong” (1933), es decir, dejando de lado de que se trata de una criatura gigante que es sacada a la fuerza de su hábitat por un grupo de inescrupulosos, el Rhedosaurio termina por llegar a la civilización, la destruye y resulta eliminada por quien precisamente la descubre, en este caso un científico. De esta forma, el guión nunca asumirá labores críticas sino más bien investigativas, de hecho, gran parte de la trama se dedica al científico que busca todas las alternativas posibles para demostrar la existencia del dinosaurio luego de ser tildado de loco.

Es que, sin ser un despojo de genialidad narrativa, el francés Eugène Lourié (“The Colossus of New York”, 1958) demuestra tener la suficiente eficiencia para dirigir acertadamente los tiempos del film, muy a pesar de las ingenuidades y vicios narrativos de la trama, que no son más que producto de su época. No será extraño, entonces, el voluntarismo de su protagonista para convencer a la principal eminencia paleontológica del país con sólo un par de fotografías y un marino testigo, o el muy secundario rol de la doctora Lee Hunter, ayudante del doctor Elson, en la trama dada su condición de mujer, pero lo cierto es que “The Beast from 20.000 Fathoms” (1953) sabe imponer sus encantos por sobre estas deficiencias, siendo la criatura definitivamente lo más interesante de la película.

De hecho, las decisiones narrativas respecto a la aparición del Rhedosaurio son correctas y servirían de modelo para el resto de cintas similiares que pulularían posteriormente, desde apariciones breves y dosificadas hasta una generosa exposición en el epílogo, en donde el innegable talento de Ray Harryhausen se convierte en el pilar más importante del film. Sin duda que la visión artística de Lourié resulta interesante, quien por cierto se desempeñó como director de arte en varias producciones previas, pero definitivamente es la imaginación y creatividad de Harryhausen la que se impone como la principal razón para que el film pasara a la posteridad y se convirtiera en una película de culto. La primera aparición del Rhedosaurio en el Polo Norte, la destrucción al faro y su llegada a New York sembrando el horror y derribando todo a su paso son postales que el genio de los efectos especiales nos regaló para la posteridad.

Respecto a la criatura, Harryhausen prefirió prescindir de la apariencia a Brontosaurio que el relato de Bradbury detallaba, creando en su lugar un dinosaurio más cercano a una cruza entre un Tiranosaurio Rex y un Rauisuchia, que se desplazaba en cuatro patas. Además, inicialmente tenía en mente que el reptil prehistórico resoplara, pero la idea fue finalmente abandonada por significar un presupuesto más grande. Esta idea, en cualquier caso, sería retomada por Ishiro Honda en “ゴジラ” (1954) y se convertiría en un rasgo emblemático del monstruoso reptil radioactivo nipón a partir de su estreno. A pesar de la tendencia a los primeros planos en las escenas del monstruo, en el que se podía advertir la plastilina amoldada, hay que reconocer que el trabajo de Harryhausen en este film constituye uno de los mejores de la primera etapa del efectista especial en la técnica stop-motion. La escena de la montaña rusa fue filmada en una feria de atracciones en Long Beach, California, pero el genio de los efectos especiales también construyó una miniatura.

Como fue una tónica en las producciones de los 50s, “The Beast from 20.000 Fathoms” (1953) cuenta con un reparto bastante discreto, encabezado por el galán suizo Paul Hubschmid (“Der Tiger von Eschnapur”, 1958) quien encarnó al profesor Tom Nesbitt, sobreviviente del primer avistamiento del monstruo y quien busca probar su existencia. Le secundan Paula Raymond (“Blood of Dracula’s Castle”, 1967) como la doctora Lee Hunter, asistente del doctor Elson e interés amoroso del héroe y el experimentado Cecil Kellaway (“Wuthering Heights”, 1939) como el eminente paleontologo, cuya función más bien es declarativa, ya que su opinión termina de sí de comprobar la existencia del monstruo. Kenneth Tobey (“The Thing from Another World”, 1951) y Donald Woods (“13 Ghosts”, 1960) como el coronel Evans y el capitán Jackson, completaron el reparto respetivamente.

La banda sonora estuvo a cargo del prolífico músico David Buttolph, (“House of Wax”, 1953; “Phantom of the Rue Morgue”, 1954) quien regala una interesante partitura rica en instrumentos de viento como saxofones, flautas y triángulos que ayudan a construir una atmósfera misteriosa pero más cercana a la aventura que a la ciencia ficción y el terror. Mencionar que Harryhausen abogó hasta última instancia para que el legendario compositor de la música de “King Kong” (1933), Max Steiner, pero éste había desistido por problemas de agenda.

En resumen, una interesante y seminal cinta de ciencia ficción con toques de terror que fundaría el subgénero de monstruos prehistóricos y de paso establecería las directrices del drama que representaba la amenaza atómica en muchas de las producciones de ficción de los 50s e inicios de los 60s. La evalúo con un 7.5.



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[email protected]

  • 25 Apr 2019

7


Muy buena cinta clase B que, si bien una vez que termina y pasados los días es algo olvidable, en el momento entretiene bastante bien.
Claramente fue la inspiración para ¨Godzilla¨, no hacía falta leer nada para darme cuenta de ello.
Para la época está muy bien hecha. Si bien se nota que el dinosaurio es de plástico están bien realizados sus movimientos, los decorados en miniatura, las superposiciones con las personas, etc.
Sinceramente, en su género, muy buena! Recomendable!



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Elmalem

  • 18 Nov 2013

7


Estimulante película cincuentera en torno a un dinosaurio que vuelve a la vida tras una explosión atómica en el Polo Norte. Por esos años, las pruebas nucleares estaban en su apogeo y las diferentes potencias hacían estallar sus artefactos a lo largo y ancho del globo en una loca carrera a ver quién soltaba el pepinazo más gordo.

En Godzilla fueron los franceses los responsables del desaguisado; aquí son los norteamericanos quienes despiertan a un gigantesco dinosaurio, de su letargo de millones de años. Estas películas antiguas de serie B son como la cerveza: la primera no te gusta pero cuando llevas unas cuantas encima, comienzas a apreciarlas en lo que valen y después no te puedes pasar sin ellas. Esta en concreto es bastante buena. Tiene ciertas semejanzas con El enigma de otro mundo, la primera versión de La Cosa en el sentido de que la amenaza mortal viene de los hielos polares y que comparte algún actor como el prolífico Kenneth Tobey en su papel de eficiente militar. Tobey era un habitual de películas de monstruos de los 50, como la citada La Cosa, la estupenda Vino del fondo del mar ó El vampiro entre el sinnúmero que filmó.

De entre el reparto destaca el entrañable Cecil Kellaway, asiduo secundario de películas de primer rango, aquí metido a paleontólogo y el protagonista, el suizo Paul Hubschmid pero destacando por la otra punta. Con otro protagonista la cinta hubiera ganado muchos enteros. La auténtica estrella, el dinosaurio, rey de la stop-motion, es absolutamente genial. A veces hasta da miedo, como cuando hunde un pesquero en el océano.

En resumen, una muy decente muestra del género.



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ragman

  • 19 Jul 2012

8


una de las peliculas pioneras de monstruos gigantes, sin esta pelicula no tendriamos godzilla, pues al año los japoneses hicieron su version de ¨ el monstruo de los tiempos remotos¨.
hoy por hoy podra parecer lenta pero en su momento esta pelicula fue grandiosa, tenemos los primeros pasos de harryhausen, debo decir que su stopmotion en esta pelicula es sensacional por donde se lo mire, la trama es interesante y bien llevada, incluso la idea de la sangre contaminada me parecio excelente y le da mas peligrosidad a la criatura.
si tengo que buscarle un punto flojo, seria ese final poco digno para tan increible criatura, pero fuera de eso la pelicula es buena y recomendable a quienes gustan del cine de monstruos gigantes.



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toxie

  • 19 May 2012

6


No niego que en su momento esta pelicula pudiera llegar a ser impresionante, pero en los tiempos que corren solo merece ser vista por los amantes de los grandes monstruos que azotan ciudades.
Destacan los fx realizados por Harryhausen, todo un maestro del stop-motion, en uno de sus primerisimos trabajos.
Tambien el argumento en su epoca fue muy original, sin duda.
El ¨pero¨ es su ritmo pausado y que tiene mucho dialogo de poca importancia, las escenas de la ciudad arrasada por el bicho son geniales aunque escasas, deja con muchas ganas de mas.

No dudo de su impacto en su epoca, pero ahora está claro que hay mejores opciones. Al que le haya gustado, le recomiendo El Valle de Gwangi, mucho mas divertida que esta y con fx muy parecidos , tambien de Harryhausen.



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billy_lum

  • 2 Mar 2012

6


Digna Sci-Fi de serie b que sienta las bases que seguiría el género de las monster movies durante esa década. Con historia de Ray Bradbury y unos buenos efectos especiales del gran Harryhaussen, quien todavía empezaba en esto del cine. Muy entretenida y con un tramo final lleno de suspense.



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Mad Warrior

  • 31 Jan 2010

6


Muy buena y decente cinta de terror/ciencia-ficción al estil de ¨Godzilla¨.
Lo que más impresiona son ls efectos especiales,sobre todo para ser de los ¨50.
Una pequeña joya muy entrañable.



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Noriko

  • 3 Dec 2008

7


Siempre me ha gustado este tipo de peliculas antiguas de ciencia ficción, esta en concreto es como el godzilla de los abuelos, tiene BEEPLE (buenos efectos especiales para la época) y se hace entretenida con buén ritmo.



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Zu

  • 17 Feb 2008

8


Clásico ineludible del cine de monstruos de serie B. Esta película contiene las primeras animaciones en solitario del genio Harryhausen que son una auténtica maravilla. La gracia del film es que trasciende buena parte de las monster-movies, planteando dilemas que aun hoy se antojan actuales.



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bigladiesman

  • 3 Aug 2007

8


Memorable película con unos efectos especiales alucinantes. Atención a un joven Lee van Cleef (a quen solo se le ve la cara al parincipio de la escena, porque se la tapa después) como aliado del héroe de la peli en la lucha final contra la bestia.



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masoma

  • 30 Apr 2007

10


Un gran clasico de ciencia ficcion en el que harryhausen realiza su primer trabajo en solitario (y solo tenia 31 años el tio)La idea del virus que porta el monstruo es algo muy novedoso en lo que se refiere a estas peliculas , y le da una mayor peligrosidad al monstruo.



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kk

  • 26 Jul 2006

7


Un mounstro causa estragos en la ciudad, dejando destruccion a su paso. Un clasico de la ficcion antigua. Recomendable para quienes gusten de este tipo de peliculas.



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spargo

  • -- -- ----

8


Muy buena pelicula con monstruo gigante prehistorico de por medio destruyendo edificios y comiendo policias en su incansable caminata,que la verdad nunca detiene.muy entretenida y si mete mano harryhausen,pues queda en lo que es,clasico recomendable.



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Críticas: 13


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