Cazafantasmas: Imperio Helado (2023)
Llega con una promesa que se desvanece como el aliento en el aire frío. La película se extiende por casi dos horas de metraje, manteniendo la acción congelada hasta los últimos minutos.
La película apela a la nostalgia, pero lo hace mal. Ya que sólo incluír guiños a películas anteriores no es suficiente para alentar al fan. Por ejemplo, la bibliotecaria, los marineros de mashmellows, el alcalde o “Pegajoso” que no pasa de ser una mera anécdota sin importancia para el guión.
Es un intento por reavivar una saga que, se queda corta, ofreciendo solo destellos de lo que alguna vez fue una película icónica. El resultado es un filme que, aunque intenta alcanzar las alturas de sus antecesores, olvida que la gente va a ver acción, y que sólo la verá en los últimos minutos del filme.
———— SPOILER ———-
Por no decir que el guión es exactamente el mismo de siempre, que a la bóveda de fantasmas le pasa lo mismo de siempre, y que esto queda tremendamente olvidado en la historia…. ¿Acaso no recuerdan que en esa bóveda espectral están todos los archipoderosos demonios de las películas anteriores?
El caos de liberarlos se supone que debería ser una hecatombe. Y sin embargo, el guión los olvida por completo.
Ofrece un espectáculo familiar con un respetable homenaje a su legado y un intento por innovar dentro de su venerada franquicia. Aunque se nutre de una estructura narrativa sólida y presenta un reparto capaz de tender puentes entre generaciones, la película no logra alcanzar las alturas de sus predecesoras, quedando como un entretenimiento agradable pero no revolucionario. Los efectos especiales y las dosis de humor mantienen el interés, pero su incapacidad para ofrecer un clímax a la altura de su construcción argumental deja una sensación de oportunidad perdida. A pesar de ello, la presencia de caras conocidas y nuevos gadgets consiguen que “Imperio Helado“ sea una adición digna, aunque no imprescindible, a la saga “Cazafantasmas“.
Imperio Helado celebra los 40 años de la saga con una mezcla de homenaje y novedad, manteniendo la esencia que enamoró a los fans originales mientras introduce elementos frescos gracias a los avances tecnológicos. El reparto combina con éxito a las leyendas con nuevos talentos, destacando especialmente McKenna Grace con una actuación impresionante.
A pesar de algunos altibajos y un guion que por momentos se siente recargado, la película ofrece entretenimiento garantizado para los seguidores de la franquicia, con humor, efectos especiales convincentes y un respetuoso guiño a su legado. No revoluciona el género, pero sí asegura un rato divertido y nostálgico.
La nueva de “Cazafantasmas“ es como una montaña rusa que te lleva por todos lados, con sus subidas emocionantes y algunas bajadas que te hacen preguntarte dónde quedó la adrenalina. Si eres de los que creciste con los cazafantasmas originales, hay guiños que te van a sacar una sonrisa, y si no, igual te echas unas risas con el toque de humor que le meten. La mezcla de actores nuevos y veteranos está bien pensada, te da esa sensación de puente entre generaciones. Los efectos especiales están de lujo, eso sí, te meten bien en el rollo de perseguir fantasmas.
Es una de esas pelis para ver un fin de semana sin muchas complicaciones, recordar viejos tiempos y pasártela bien con la familia. No es que vaya a cambiar el mundo, pero tampoco es que todo en la vida tenga que hacerlo, ¿no?
Tras el rollo de “Cazafantasmas: Más allá“, me aventuré con “Cazafantasmas: Imperio Helado“ pensando que me encontraría con algo fresco, pero acabé viendo más de lo mismo, pero un poco más desangelado. La peli intenta mezclar lo viejo con lo nuevo, llevando a los nuevos cazafantasmas de vuelta a Nueva York, pero la magia no prende como antes. Entre fantasmas que parecen sacados de una tienda de disfraces y efectos especiales que a veces molan y a veces te sacan de la película, la trama se siente un poco a trozos, como si no supieran muy bien hacia dónde tirar. Lo de Kumail Nanjiani como el alivio cómico está bien, pero no basta para salvar el conjunto. Al final, lo que queda es una peli para pasar el rato, sin muchas pretensiones, que ni fu ni fa.
Esta es otra de esas películas que intenta agarrarse a la nostalgia ochentera pero termina siendo más ruido que nueces. La mezcla de humor familiar, que apenas saca una risa, con unos efectos especiales que no logran impresionar, deja mucho que desear. Aunque la idea de llevar a la nueva generación de cazafantasmas de vuelta a Nueva York sonaba prometedora, la trama se siente recalentada y sin chispa, como si la magia de las originales se hubiera diluido. Entre apariciones especiales y una música que intenta ser épica pero acaba siendo más bien un estruendo, Imperio Helado parece no saber muy bien a qué público quiere llegar.
En resumen, se queda en un intento de revivir la franquicia que no acaba de cuajar.
Críticas: 27
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abc
7
Imperio Helado emerge como un homenaje digno y una continuación fresca de una saga emblemática, al integrar con habilidad personajes nuevos y rendir tributo a los originales, capturando la esencia de las entregas de 1984 y 1989, así como referencias a la serie animada y más.
La película brilla por su reparto ecléctico, destacando a Mckenna Grace en su papel de Phoebe Spengler, que aporta una nueva dimensión al legado de Harold Ramis con su encanto nerd.
Aunque la película deslumbra con una secuencia inicial llena de acción y mantiene el interés con su exploración de nuevas amenazas, el clímax puede sentirse algo apresurado. Sin embargo, este aspecto no menoscaba el disfrute de esta aventura, que promete ser un festín para los seguidores de la franquicia y un entretenido espectáculo para los nuevos espectadores, a pesar de los posibles distracciones del público en las salas.
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